Alzar la vista al cielo. Contemplar las nubes y las estrellas. Ver aviones, helicópteros o parapentistas surcar el aire. En Els Ports todo esto es posible, pero hay mucho más. Cuando alzamos la vista, encontramos antiguas fortalezas que han sobrevivido al paso del tiempo. Cientos de años de historia y recuerdos de aquellos que las habitaron nos esperan en su interior.
Castillo de La Todolella.
En Ares del Maestrat, en la comarca del Alt Maestrat, encontramos el Castillo árabe que fue asentamiento de musulmanes y cristianos. A lo alto de la ‘Mola’ aparece la que fue la primera pieza del antiguo Reino de Valencia conquistada por el rey Jaume I. Aunque los primeros datos sobre civilización conocida pertenecen a la época musulmana, gracias a las diferentes excavaciones realizadas se han hallado restos íberos y romanos. Firme baluarte guerrero, su torre vigía se utilizó por última vez en la Guerra Civil. Gran parte del antiguo castillo se ha derruido y deteriorado por el paso del tiempo pero todavía podemos, y debemos, visitar las entrañas de la gran mole rocosa. Y es que, en el interior de la ‘Mola’ se encuentra el Museo de la Cova del Castell con restos desde la prehistoria hasta nuestros días.
Mola de Ares.
De especial relevancia es también el Castillo de Olcaf. Perteneciente al término municipal de Olocau del Rey, se encuentra a una altura de 1.203 metros. Ante nosotros tenemos una construcción antigua, sin fecha de construcción, pero de la que encontramos los primeros escritos en el siglo X en relación con los enfrentamientos entre los descendientes de Al-Muctácir de Zaragoza, señores árabes de Zaragoza y Tortosa, ocurridos, aproximadamente, en el año 1084. La leyenda y la historia envuelven el Castillo de Olcaf ya que fue ocupado por El Cid quien lo reconstruyó y llenó de vida; llegándose a decir incluso que el propio Rodrigo Díaz de Vivar controló la zona desde sus muros viviendo un duro invierno. Cambios de propiedad e incluso prisión para la nobleza, siendo de mención la Condesa de Urgel, madre de Jaime de Urgel, aspirante al trono tras la muerte sin descendencia de Martín el Humano, forman parte de su historia. Actualmente todavía contemplamos los restos de parte de sus muros y torres. Espacios de gran importancia en el transcurso de la historia de la comarca.
Olocau del Rey.
Entre Vilafranca y Mosqueruela, los musulmanes decidieron en el siglo X levantar una fortaleza alejada de las plazas principales en Mosqueruela o Morella que caían a manos de los cristianos. Así nació el Castillo del Majo, prácticamente desaparecido, del que apenas se conversan los mechinales de los accesos a la peña de las Estacas y restos de la construcción que, con el paso de los siglos, se mimetizan con el paisaje rocoso de la montaña.
Castillo del Majo.
No podíamos recorrer algunas de las históricas fortalezas medievales de Els Ports sin poner la vista en Morella. A lo alto del municipio, con unas vistas de impresión, aparece el Castillo. La ‘muela’ sobre la que se asienta la fortificación estuvo habitada desde el inicio de la humanidad, habiéndose encontrado restos del Neolítico, de la Edad del Bronce y del Hierro, así como de íberos, romanos, visigodos o árabes. Los cristianos lo conquistaron de manos de estos últimos y entre los siglos XIII y XIV se sucedieron diversas remodelaciones marcadas por los avances en el arte de la guerra. Abderraman III, El Cid, Jaume I, el rey Fernando de Antequera, el Papa Luna, San Vicente Ferrer, el príncipe de Viana o el general Cabrera son algunos de los nombres que forman parte de la historia del Castillo de Morella. Su buen estado de conservación consigue que la visita esté llena de magia y envuelta en el misticismo de aquellos que lo habitaron en siglos pasados.
Visitar Els Ports es visitar la historia. Antiguas fortificaciones que continúan presentes. Pedazos del pasado llenos de vida y secretos aún por conocer. ¡Ven a descubrirlos!
Morella.
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